El 13 de enero de 1915 zarpó de Wilhemshaven el submarino U-31, pimero de su clase. Lo que no sabían ni el capitán Siegfried Wachendorff ni sus 30 marineros era que iniciarían una travesía de la que jamás regresaría.
Aquél día había mar gruesa frente a la costa británica y ante la oscuridad de la noche que se avecinaba, y con los hombres cansados de la dura travesía en condiciones casi de tormenta, el submarino se sumergió al fondo para pasar la noche.
Durante 6 meses nada más se supo del submarino hasta que unos pescadores británicos encontraron allí al tiburón de metal varado cerca de Yarsmouth. La inspección del submarino desveló un dantesco espectáculo: todo se encontraba en perfecto estado, cada utensilio y cada carta naútica estaba en su lugar... incluidos los marineros que yacían muertos en sus literas como si se hubieran acostado en un sueño del que nunca hubieran despertado...
Aquél día había mar gruesa frente a la costa británica y ante la oscuridad de la noche que se avecinaba, y con los hombres cansados de la dura travesía en condiciones casi de tormenta, el submarino se sumergió al fondo para pasar la noche.
Durante 6 meses nada más se supo del submarino hasta que unos pescadores británicos encontraron allí al tiburón de metal varado cerca de Yarsmouth. La inspección del submarino desveló un dantesco espectáculo: todo se encontraba en perfecto estado, cada utensilio y cada carta naútica estaba en su lugar... incluidos los marineros que yacían muertos en sus literas como si se hubieran acostado en un sueño del que nunca hubieran despertado...
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2OmUgo1CNTrjhe0UYqBs9nqHT8_5azSddsnwX5GDFPL-QLvM6M7KqRnUbRB7WJdT94sNhgAQWqGUkvsT47Y-3KVyCyplpTljHJ2Fgpt4Ir-8F8ga2zwX_EJzbu5lKb7yaizGWgTYiTyc/s400/u-31.jpg)
¿Pero que sucedió a este infortunado submarino? ¿Qué misteriosos acontecimientos habían llevado al U-31 a su suerte, casi evocadora del Mary Celeste? Un equipo de técnicos británicos halló la solución.
Mientras estaba sumergido y debido a la agitación del mar, el agua marina penetrar en el interior de los acumuladores eléctricos. La sal que contiene el agua de mar se había separado en sus compuestos químicos, sodio y cloro. El cloro emanado en forma de gas había sido el invisible asesino que había extendido por el interior del submarino acabado con las vidas de los agotados marineros que perecieron mientras descansaban plácidamente en sus exiguos habitáculos.
Sin embargo su metálica tumba en el lecho marino no se resignó a su suerte, pues día a día y burbuja a burbuja, el aire fue penetrando en los tanques de lastre del submarino hasta que, liberados del peso del agua que lo mantenía presa de las profundiades, se desprendió del fondo marino y volvió a quedar a merced de las olas.
Días más tarde y arrastrado por la corriente, llegó a las costas de Albion donde fue encontrado y sus misterios desentrañados. Así terminaba el periplo del U-31 y sus tripulantes que tras su desafortunada travesía por fin pudieron econtrar la paz.
Mientras estaba sumergido y debido a la agitación del mar, el agua marina penetrar en el interior de los acumuladores eléctricos. La sal que contiene el agua de mar se había separado en sus compuestos químicos, sodio y cloro. El cloro emanado en forma de gas había sido el invisible asesino que había extendido por el interior del submarino acabado con las vidas de los agotados marineros que perecieron mientras descansaban plácidamente en sus exiguos habitáculos.
Sin embargo su metálica tumba en el lecho marino no se resignó a su suerte, pues día a día y burbuja a burbuja, el aire fue penetrando en los tanques de lastre del submarino hasta que, liberados del peso del agua que lo mantenía presa de las profundiades, se desprendió del fondo marino y volvió a quedar a merced de las olas.
Días más tarde y arrastrado por la corriente, llegó a las costas de Albion donde fue encontrado y sus misterios desentrañados. Así terminaba el periplo del U-31 y sus tripulantes que tras su desafortunada travesía por fin pudieron econtrar la paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario