
Ayer en el teatro Carrión, con magnífica acústica por cierto, pudimos disfrutar de la orquesta y coro de la filarmónica de Colonia dirigida por Volker Hartung. Nos ofrecieron nada más y nada menos que la Sinfonía Nº40 y el Requiem de Mozart que hicieron las delicias de la audiencia que permaneció varios minutos aplaudiendo a la finalización del acto.
La verdad es que fue una velada muy agradable, a pesar de mi proceso gripal en etapa ya remitente, y la verdad es que obras tan bellas nos hacen pensar lo grande que puede llegar a ser la creación artística y que aunque sólo sea por estas cosas la humanidad no merece la hecatombre...
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